CIUDAD DE CUENCA
Cuenca
está ubicada en un valle interandino de la sierra sur ecuatoriana, zona 5, a
una altitud de 2535m sobre el nivel del mar.Santa Ana de los Ríos de Cuenca es
la capital de la provincia del Azuay y conocida como la “Atenas del Ecuador”.
Goza de un clima típicamente templado, con una temperatura promedio de 17°C. Su
población es de aproximadamente 500.000 habitantes y su superficie es de 15.730
hectáreas. Cuenca constituye un sistema de terrazas o placas de terreno, 4 en
total, que le brindan un toque de relieve a la ciudad que en su mayoría se la
puede considerar como plana, rodeada siempre por montañas. Estas terrazas son
bañadas por varias corrientes de agua en donde se destacan 4 ríos que dan su
nombre a la ciudad y son: el Machangara más hacia el norte, el Tomebamba que
prácticamente corta la ciudad en 2, el Yanuncay y el Tarqui mas hacia el Sur
que se unen para confluir como uno solo en el Tomebamba hacia el extremo este
de la ciudad.Está considerada también como la tercera ciudad del país, luego de
Quito y Guayaquil, en las que se asientan los poderes político y económico.
Cuenca
fue fundada en el año 1557 por orden del Virrey del Perú, don Andrés Hurtado de
Mendoza; su independencia fue el 3 de noviembre de 2820. Las características
peculiares de su suelo y las circunstancias del mestizaje paulatino posterior,
imprimieron en los habitantes una idiosincrasia única, que con el transcurrir
de décadas y siglos fue labrando y forjando lo que es hoy Cuenca: el centro
económico y cultural de una rica región del Ecuador, un país andino y a la vez
tropical, caracterizado por contrastes y sorpresas. Años antes fue la ciudad
incaica de Tomebamba, considerada cuna del inca Huayna Cápac, a su vez
construida sobre lo que se cree fue Guapdondelig, urbe de la nación cañari que
habitó la región centro sur del Ecuador actual.
El
primero de enero de 1999, en la ciudad de Marrakech, en Marruecos, Cuenca fue
designada como Patrimonio Cultural de la Humanidad e inscrita en la lista de
Bienes Patrimoniales de la Humanidad, el 4 de diciembre del mismo año. Pero,
más allá de esta declaratoria, la ciudad es patrimonio de la cultura de los
hombres, desde siempre, por su situación privilegiada, por su arquitectura, sus
vestigios arqueológicos, sus producciones artísticas y literarias, su rica
tradición oral y por la serie de elementos intangibles que constituyen su
esencia e identidad: cultivos, comidas, fiestas, todo lo cual hace que el
conglomerado humano que la habita y los innumerables visitantes que recibe
sean, en verdad, privilegiados.
Su
Centro Histórico está constituido por una ciudad de aires coloniales, pero que
es, en verdad, republicana, pues la mayoría de sus atractivas construcciones
proceden del siglo XIX. Hay también algunas edificaciones del siglo XVIII,
sobre todo los dos conventos de clausura.
Pero lo que resulta particularmente atractivo es el aire similar del
conjunto, solo alterado por algunos alardes de modernidad, en edificios de la
década del cincuenta y sesenta del siglo XX.
Parque Abdón Calderón
Este
parque se encuentra en pleno centro de Cuenca y constituyó el eje del estilo
Damero para la construcción de la ciudad en los primeros años de la ciudad
española. A su alrededor tiene edificios como la Catedral, el Municipio y la
Fundación Turismo para Cuenca. En medio del parque está la estatua en honor a Abdón
Calderón, a su alrededor están los 8 pinos traídos desde Chile y sembrados por
el propio presidente Luis Cordero. Está ubicado entre las calles Simón Bolivar,
Mariscal Sucre, Benigno Malo y Presidente Córdova.
Catedral de la
Inmaculada Concepción (Catedral Nueva)
Representa
el más grande e importante monumento a la fe de los católicos cuencanos. Los
planos de la catedral fueron elaborados por el hermano redentorista alemán Juan
Bautista Stiehle, quien siguiendo los lineamientos dados por el Obispo León
Garrido, diseñó un templo de dimensiones colosales, cuya construcción empezó en
el año de 1885 y se prolongó por casi cien años. Esta edificación combina
varios estilos arquitectónicos, predominando el rómanico en su forma general.
Se pueden apreciar elementos góticos, como son los tres grandes rosetones, las
ventanas bíforas de la fachada, los torreones y los vitrales de los muros. El
estilo renacentista está representado principalmente por las tres grandes
cúpulas cubiertas con azulejos de Checoslovaquia. El interior de este
majestuoso templo, no deja a nadie indiferente. Predominan en las naves
laterales, los bellísimos vitrales elaborados por el artista vasco Guillermo
Larrazábal. En el centro, el gran baldaquino de estilo barroco y columnas salomónicas,
presenta características muy similares a las del baldaquino de la Basílica de
San Pedro en El Vaticano y está completamente cubierto con pan de oro. Se
encuentra ubicada en la Calle Benigno Malo y Sucre.
Carmen de la Asunción
Construida
aproximadamente en 1730, esta pintoresca iglesia situada junto a la Plaza de
las Flores es una de las más antiguas de la ciudad y constituye una de las
pocas muestras de la arquitectura religiosa colonial en Cuenca. Su planta es de
estilo renacentista y su fachada se encuentra adornada por una elegante portada
tallada en piedra, en la cual se observan interesantes esculturas de tipo
barroco como las columnas salomónicas que enmarcan la puerta y las imágenes de
San Pedro y San Pablo a los lados. En el interior se destaca el bello retablo
colonial de corte neoclásico y el púlpito cubierto de pan de oro y espejos.
Llaman también la atención el cielo raso con sus pinturas murales y en la parte
posterior, el coro completamente cubierto con una malla, que tenía la finalidad
de cubrir a las religiosas de claustro (carmelitas del convento contiguo) que
ingresaban a cantar en él durante servicios especiales.
Se encuentra
ubicada en la Calle Sucre y Padre Aguirre.
Plaza San Francisco
Esta
plaza es centro de venta de tejidos, especialmente del norte del país. Desde la
época de la fundación se la conoce como la plaza de la feria y se ha
comercializado en ella desde entonces. Está ubicada sobre la calle Presidente
Córdova entre Padre Aguirre y General Torres.
San Francisco
Tras
su llegada en la ciudad, construyen los franciscanos en este lugar el templo
dedicado al "Señor de San Francisco". Esta orden permanece en Cuenca
por casi tres siglos, hasta el año de 1860. Luego, ya a finales del siglo XIX,
la antigua iglesia empieza a ser totalmente remodelada bajo la dirección de los
sacerdotes Isaac Peña Jaramillo y José Ignacio Peña. Hoy en día se conservan
aun, en el interior del templo, el gran retablo del altar mayor y el púlpito,
cubierto con pan de oro y tallado en tiempos de la colonia con un hermoso
estilo barroco.
Se encuentra ubicada en la Calle Presidente Córdova y Padre Aguirre.
Museo del CIDAP (Centro
Interamericano de Artes y Artesanías Populares)
En
este lugar se puede apreciar una singular colección de arte popular americano.
Cuenta también con un almacén de artesanía popular selecta.
Museo Taller del
Sombrero – El Barranco
Es
un espacio en el que se ha recreado un taller de compostura, donde se exhiben
las herramientas utilizadas para la
transformación de la paja toquilla.
Adicionalmente en la fábrica de
sombreros se puede apreciar el proceso de elaboración del sombrero. El horario
de visita es de Lunes a Sábado 08h00 a 17h30 y domingos de 09h30 a 13h00; la
entrada es gratuita.
Museo Zoológico Amaru
El
zoológico mantiene y expone más de 120 especies de animales vivos, la mayor
parte nativos del Ecuador. Su objetivo es la educación, exhibición, recreación
e investigación de los recursos
naturales, especialmente de los peces, anfibios y reptiles
Museo Remigio Crespo
Toral
Aqui
se guarda el archivo Municipal de Historia de la Ciudad de Cuenca con todos sus
tratados, convenios, cartas, etc., sobre los que la ciudad se ha edificado.
Además el local del Museo es una de las casas patrimoniales de la ciudad,
ubicada en el Barranco.
Museo de las culturas
aborígenes
Posee
5.000 piezas en exhibición al público, que corresponden a todos los períodos de
la historia aborigen del Ecuador, constituyéndose así en el Museo Arqueológico
más completo de la ciudad de Cuenca y de la región.
Museo Manuel Agustín
Landívar
Museo
de sitio, ubicado en el sector de Todos Santos, lugar en el que coexisten
vestigios arqueológicos de diversos períodos históricos: cultura cañari,
incásica y molinos de piedra construidos por los españoles. En el museo se pueden encontrar piezas que
dan testimonio de estas tres culturas.
Museo del Banco Central
Posee
salas de arqueología, arte religioso del siglo XIX, etnografía y numismática.
El museo se encuentra ubicado además junto al complejo arqueológico de ruinas incásicas
más importante de la ciudad: Pumapungo.
El Museo y el Parque
Arqueológico de Pumapungo
Representan
un reconocimiento de los valores de lo Cañari y lo Inca, culturas fusionadas a
lo largo de los siglos, que han dejado una perenne huella de su identidad
precisamente en la zona de la actual ciudad de Cuenca y su entorno. El Banco
Central ha conservado los vestigios del barrio de la Tomebamba Inca, construida
sobre la Guapondélig Cañari y hoy en día los mismos están bajo la
responsabilidad del Ministerio de Cultura. El Parque Arqueológico cuenta con el
respaldo académico de la UNESCO y es un espacio educativo alternativo, en el
que el "Centro del Saber del Guacamayo y la Serpiente", desarrolla un
programa permanente de formación e investigación en arqueología, donde lo
cañari e inca merecen toda la importancia científica que los expertos le
confieren. La biodiversidad andina, simbólicamente expresada en cultivos y
presencia de aves, llena el espíritu compenetrado con las ruinas arqueológicas,
entre las que se destacan las Kallancas (bodegas y cuartos para los soldados),
el Aklla-huasi (viviendas de las vírgenes del sol), el Coricancha (adoratorio)
y las terrazas de cultivo. En el parque se siente ese gran todo que forman con
el hombre más de ocho mil plantas correspondientes a cuatrocientas especies
nativas de los Andes y hermosos especímenes, dignos representantes de la flora
y fauna andinas en un sitio privilegiado, concebido como un microcosmos de lo
andino.
PATRIMONIO INTANGIBLE DE
CUENCA
Fiestas
·
Diciembre
es ideal para venir a Cuenca. Todo el color de la religiosidad popular y el neo-barroco estallan el día 24, en el
Pase de Niño. Sus reminiscencias solares las subraya el ritual de la chicha
brindada a los priostes y a los asistentes, además del pan tradicional de la
pascua navideña.
·
El
fin de año está marcado por la alegría de la fiesta general. En cada esquina
hallamos tablados de Año Viejo, donde, con grandes muñecos, imaginativos y
grotescos, se representan escenas que satirizan el momento político nacional o
internacional y hechos recientes.
·
La
Semana Santa. Las procesiones del Domingo de Ramos tienen un rasgo poco
ecológico, pero pintoresco: las palmas tejidas –algunas, verdaderas obras de
arte popular- que llevan a bendecir los fieles, son cada una de ellas, una
planta, que se trae desde las regiones cálidas de la provincia del Azuay, cuya
capital es Cuenca. Gastronómicamente es la hora de la fanesca, otra de esas
comidas pantagruélicas, en cuya preparación se usan doce ingredientes, según la
tradición, en recuerdo del número de los apóstoles: granos tiernos: alverja,
haba pelada, choclo, fréjol; tres clases
de calabazas: zapallo, limeño y sambo, también tiernos; arroz, lentejas,
achocha, papas, col; todo se cocina por separado y se lo une y condimenta con
la sazón cuencana, en leche, en la que se ha se ha cosido pescado seco, que
luego se sirve sobre el plato, en una salsa dorada o escabeche.
·
Junio
es el período de Corpus y el Septenario: procesiones y ceremonias rinden culto
al Santísimo Sacramente, a lo largo de siete noches de globos, cohetes,
castillos, y todo el repertorio de los fuegos de artificio populares, y siete
días de bocados dulces, fruto de la pastelería tradicional, dispuestos en mesas
coloridas a lo largo del muro sur de la catedral nueva y alrededor del Parque
Calderón. Un banquete no solo para el gusto sino también para la vista. Allí
están las arepas de maíz de distintos tonos, las anisadas, las quesadillas, las
roscas enconfitadas y de yema, los
alfajores, los panes de viento, los pernilitos de camote y naranjilla, las
cocadas, los huevos de faltriquera, los quesitos de manjar de leche y hostia,
las bolas de coco, las naranjitas de zanahoria, las manzanitas de pan de dulce,
leche, canela y yemas, las peritas de
piña, las moritas de remolacha, adornadas con papeles recortados que simulan
tallos.
Gastronomía
·
Es
importante la presencia del maíz en la preparación de muchas comidas como el
tamal, el mote pata, el mote pillo y bebidas como la chicha, el rosero y el
morocho.
·
El
tamal cuencano está hecho de una masa de harina de maíz ligeramente cocida, que
se rellena con carne de cerdo, huevos duros y pasas, se la envuelve en hojas de
achira y se la cuece al vapor. Un regalo al paladar.
·
Buñuelo,
pero lo fundamental de ellas es la dosis exacta de harina de maíz precocida con
anís, a la que se añaden huevos y leche, batiendo a mano hasta el agotamiento.
Las porciones de masa cremosa se fríen y doran en manteca de cerdo y se sirven
con miel.
·
El
mote-pata, quizá el rey de los platos típicos cuencanos, domina la mesa: una
densa sopa de maíz pelado, en caldo de carne de cerdo, con pedazos de dicha
carne, longaniza y tocino, y condimento de semilla de sambo (una calabaza muy
común entre nosotros), tostada, molida y preparada en un refrito de cebollas y
leche.
·
Chumales
o humitas, hechos de maíz tierno molido, condimentado con huevo batido,
mantequilla y eventualmente queso, cocido al vapor, en hojas del pucón que
envuelve la mazorca, son el complemento del gran plato central.
Mitos y Leyendas
·
La Piedra Encantada: Esta leyenda cuenta que en el Barrio
Obrero había una gran piedra que obstaculizaba el paso a una parte de la ciudad
que era considerada alejada, oscura y
pantanosa. Esta piedra encantada tenía el poder de conceder el deseo que uno
quisiese, sea dinero, amor, trabajo, bienes materiales o capitalizar venganzas.
La piedra no hablaba con nadie y nadie escribía sobre ella. Decían que tenía
memoria y que todo lo almacenaba en su interior. Además tenia el poder para
castigar a los niños que eran desobedientes con sus padres por lo cual era de
respeto por los traviesos menores de edad.Los adultos mantenían esta leyenda
para mantener alejado a los niños de este sitio por tratarse un lugar para
encuentros amorosos.
·
Los Gagones: Es una criatura imaginaria que tiene
forma de un perrito faldero de pequeño tamaño y de color blanco. Este animal
aparecía cuando personas con grado de familiaridad tenían relaciones prohibidas
y los asustaba al dar gemidos que imitaban a los lloriqueos de un bebe recién
nacido. Se creía que si se atrapaba al Gagón y se lo tiznaba de negro la frente
con un carbón, las frentes de las personas que este animal había sorprendido
también se tiznaban de negro.
·
El Cura sin Cabeza: En el popular barrio de San Roque,
vagaba una figura que no tenía cabeza y vestía un atuendo de cura. Recorría las
calles ya bien entrada la noche asustando a la gente que quedaba en las calle a
esas horas, pero no era nada más que un pícaro religioso que acomodaba su
atuendo por encima de su cabeza cubriéndola por completo para que todos se
asustaran y nadie lo reconociera cuando visitaba a sus amantes en dicho barrio.
·
El Farol de la Viuda: Esta leyenda se suscitaba en el
barrio de El Vado. Un figura femenina con el rostro cubierto y supuestamente demacrado
que solo se hacia notar por las noches cargando un farol que rompía con la
oscuridad. Se dice que vivía en una casa abandonada en este barrio y que al
igual que el cura, usaba este artilugio para espantar a los curiosos mientras
tenia sus encuentros amorosos por las noches.
Chola cuencana:
es el arquetipo de
la mujer mestiza de la región o símbolo vivo de la identidad mestiza,
generalmente es la mujer campesina dedicada a labores agropecuarias. Su atuendo
es un icono folclórico ya que usa una pollera, blusa blanca con adornos
bordados, un chal o paño fino, su cabello recogido con trenzas y un sombrero de
paja toquilla (elaborado por las cholas cuencanas en muchos de sus casos y
siendo reconocido mundialmente como un producto de alta calidad y ha llegado a
ser sinónimo de elegancia y distinción.), además usa alpargatas o en los
últimos tiempos zapatos de charol.
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